Una industria minera sostenible con el ambiente es clave para la mitigación del cambio climático.
Existen avances en cuanto a regulación y compromiso ambiental que vienen realizando los principales inversores interesados en los recursos de nuestro país. Así lo sostuvo José Carlos De Piérola, country manager Perú-Ecuador de Environmental Resources Management (ERM).
“Si vemos las cifras del Ministerio de Energía y Minas (Minem) respecto a las inversiones para la minería en el Perú, se darán cuenta que entre Canadá, EE.UU., Suiza, Reino Unido, Australia, países que vienen avanzando con la normativa de riesgos climáticos y de la naturaleza, más o menos son el 50% de nuestra cartera de proyectos, eso es aproximadamente 26,500 millones de dólares”, señaló en conferencia organizada por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).
Además, como parte de la acción proactiva a nivel global, detalló que el International Financial Reporting Standards (IFRS), reconocida fundación internacional que promueve la apertura de la información para mejores decisiones de inversión, viene impulsando dos marcos de recomendaciones enfocados a la naturaleza y al cambio climático: el TNFD y el TCFD, ambos estándares con avance en países vecinos, pero especialmente de Norteamérica, Europa y Asia.
Para De Piérola, estos son ejemplos que nuestro país debe imitar, ya que “el 29% de las minas que tenemos están localizadas en zonas de biodiversidad crítica y estas son las minas que producen los minerales que necesitamos para la transición energética”.
Además, la urgencia de que la industria minera incorpore cada vez mayor compromiso con el cuidado del ambiente se alinea no solo con la reducción de riesgos para su negocio, sino con la mitigación del cambio climático y el poder proveer los minerales críticos para la transición energética global.
“Tenemos que buscar dejar un legado positivo para el clima y la naturaleza, y esto va a requerir una transformación total energética a nivel global, y esto requiere minerales críticos”, afirmó el expositor.
Retos y oportunidades
De acuerdo con De Piérola, se tiene que trabajar en conjunto para producir la cantidad de minerales críticos que abastezcan la transición energética global. “Ni siquiera hemos llegado a tener el 10% de la capacidad requerida para llegar a los objetivos de emisiones net zero del 2050 a nivel global”, indicó.
Por ello, la situación se presenta como un reto y a la vez como una oportunidad para el sector minero. Resaltó como un factor importante que 44 mil millones de la generación de valor económico -más de la mitad del PBI total del mundo- depende moderada o altamente de la naturaleza y sus servicios.
Asimismo, explicó que la disminución de los servicios ecosistémicos se traduce en una pérdida del PBI mundial en 2030 de 90,000-225,000 millones de dólares. Por el contrario, las políticas inteligentes basadas en la naturaleza podrían conducir a un aumento general del PBI real mundial de 50,000-150,000 millones de dólares.
“Las oportunidades existen, porque los resultados positivos para la naturaleza pueden crear nuevas oportunidades de negocio a la escala de 10,000 millones de dólares anuales y crear 395 millones de puestos de trabajo para 2030”, enfatizó finalmente.