El presidente ejecutivo del directorio de la Compañía de Minas Buenaventura comenta sobre la situación de la minería en el Perú y espera que para el 2024 se promueva el proyecto Tía María, pues ya está listo para ser construido.
El año termina con una sonrisa para Minas Buenaventura con la compra del 19% de sus acciones por parte de la chilena Antofagasta, compañía del Grupo Luksic. Sin embargo, Roque Benavides, presidente de la minera peruana, todavía ve un largo camino por recorrer en la industria extractiva local, aunque reconoce tenues avances.
-¿Qué nos deja el 2023?
-Yo creo que la estrella, por supuesto, ha sido la entrada en producción de Quellaveco. Hay que entender que su periodo de construcción impulsó mucho a la economía en su conjunto. Lamentablemente, nos hemos descuidado. Yo diría que desde hace algunos años, y por supuesto agravado por la inestabilidad política y económica.
-Y hoy ya no tenemos grandes proyectos avanzando.
-En el Perú deberíamos tener un par de proyectos grandes en construcción todo el tiempo. En ese sentido, viene Zafranal, están construyendo San Gabriel, que es una mina mucho más pequeña. Estamos hablando de US$500 millones frente a Quellaveco, que son US$5.500 millones. Una diferencia abismal. Deberíamos tener un paquete de proyectos en construcción permanentemente de US$5.000 millones y en este momento no lo tenemos.
-¿Por qué no lo tenemos?
-No tenemos proyectos, yo diría –porque no hay que echarle la culpa a esta administración [la de Boluarte]–, producto del periodo del señor Castillo. Fue muy malo, pero también de la inestabilidad política durante el señor Kuczynski y la falta de convicción del señor Ollanta Humala, creo que esto es un proceso que ha ido deteriorándose y que hay que retomar el crecimiento con minería formal y responsable. Y no necesariamente tener que vivir con lo que estamos viviendo en Pataz con la minería informal que está coludida con la delincuencia.
-¿Qué proyectos deben promoverse?
-Espero que para el 2024 promovamos el proyecto Tía María, que es un proyecto que está listo para ser construido. Me dicen que todos los equipos están encajonados, listos para ser instalados, eso hay que promoverlo. Sacar adelante Tía María es un proyecto de 1.500 millones de dólares.
-¿Cómo va el pulso de los mineros para el 2024?
-Notamos en el sector una actitud positiva, demostrada, por supuesto, con la presencia del primer ministro, el ministro de Economía, el ministro de Energía y Minas, la ministra del Ambiente, la ministra de Cultura. Ese es un mensaje importante. ¿Qué hubiera pasado en el gobierno del señor Castillo? Era impensable. Hay una actitud rescatable que, por supuesto, podría ser mejor, pero hay un cambio de actitud.
-¿Se sienten mejor representados por este Gobierno?
-A nivel del sector, estamos notando que la oficina de facilitación de proyectos que ha instalado el MEF está haciendo las funciones de ventanilla única para recibir las necesidades de los proyectos para que vayan avanzando y, a su vez, coordinar al interior del Gobierno. Si bien no estamos teniendo resultados inmediatos, nosotros, en Buenaventura, vemos que los permisos están fluyendo mucho más rápido de lo que fluían antes. Así que yo no puedo ser mezquino en ese sentido.
-Ayudan noticias como la llegada de Antofagasta a Perú.
-Yo creo que sí. Hay que entender que entre Perú y Chile producimos el 40% del cobre del mundo, y que Perú es el país que tiene más proyectos de cobre en el mundo, inclusive más que Chile. La empresa Antofagasta Minerals es especializada en eso. Entonces, yo creo que es una buena noticia que haya gente que tiene confianza en invertir a través de una empresa que está cumpliendo 70 años de fundación, como es Buenaventura, y que tiene una tradición minera destacable. Eso, de alguna manera, refuerza el mensaje que hoy quiere llevar el Perú.
-La bolsa saltó ese día.
-Sí, eso ha puesto foco para los inversionistas. Si los señores Luksic han visto valor en los activos, en los proyectos de Buenaventura, pues el mercado reacciona y el precio de la acción sube para beneficio de todos. Creemos que es un inversionista calificado en el sentido de que es una minera exitosa.
-Más inversión extranjera.
-No se trata solo de inversionistas extranjeros. Hay que entender que en el Perú los principales inversionistas somos los peruanos, y que el Estado tiene la obligación de darnos la tranquilidad y confianza. Claro que la inversión extranjera es importante, pero finalmente a la micro y la pequeña empresa son los que hay que respaldar.
-Y hablando de cobre, Congo podría pronto convertirse en el segundo productor global.
-Eso es puramente estadístico. Yo no creo que nos deba quitar el sueño, ni mucho menos. El Congo es un país que está produciendo un monto similar al del Perú, pero hay que entender que está en el centro de África y tiene que recorrer 2.000 kilómetros para llegar a los puertos para exportar.
-¿Perú mantiene ventaja?
-El Perú es mucho más cercano gracias a puertos como Chancay, que hay que destacarlo, pues permite que nosotros, los productores peruanos, así como las empresas mineras que operamos en el Perú, seamos mucho más eficientes. Entonces, sería más caro llevar a China cobre congoleño que peruano. No cabe la menor duda.
Fuente: La República