Empresarios exigieron que se tomen medidas inmediatas frente a la amenaza a la seguridad nacional, la paz social y el desarrollo del país, que trae consigo la minería ilegal y sus aliados que son peligrosas organizaciones criminales.
Los gremios empresariales y organizaciones de la sociedad civil del Perú expresaron su firme condena ante el accionar violento y criminal de la minería ilegal que el último fin de semana atacó la mina de Compañía Minera Poderosa y asesino a nueve trabajadores mineros y dejó gravemente heridos a otros 13, en la provincia de Pataz, región La Libertad.
En una conferencia de prensa conjunta, la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), la Confiep, la Asociación de Pymes, Comex y la Cámara de Comercio Ucayali, también demandaron al Gobierno acciones efectivas para hacer frente a la ola de criminalidad que viene golpeando a todos los peruanos.
Asimismo, los gremios empresariales junto con el representante de Compañía Minera Poderosa, hicieron un llamado y exigieron que se tomen medidas inmediatas frente a la amenaza a la seguridad nacional, la paz social y el desarrollo del país, que trae consigo la minería ilegal y sus aliados que son peligrosas organizaciones criminales.
“La tragedia ocurrida el pasado fin de semana es devastadora para la familia de Poderosa y, lamentablemente, refleja la creciente violencia asociada a la minería ilegal, un problema que no es nuevo en nuestra región”, indicó Pablo de la Flor, gerente de Asuntos Corporativos de minera Poderosa.
“Nos encontramos inmersos en un espiral de deterioro de las condiciones de seguridad, impulsado por el aumento desmedido de la minería ilegal y la conexión nefasta con grupos criminales organizados”, agregó.
Trazabilidad del oro
Por su parte, Angela Grossheim, directora ejecutiva de la SNMPE, formuló un llamado a todos los niveles de gobierno, el Congreso, organizaciones sociales y ciudadanos, para cerrar filas contra la minería ilegal y a trabajar de manera conjunta con el sector empresarial para abordar las distintas aristas de esta problemática, tanto la relacionada con la seguridad como fortalecer la normativa vigente y mejorar la trazabilidad del oro.
“Hoy el sector minero está de luto, se encuentra bajo amenaza, comprometiendo la seguridad de todos los peruanos, especialmente de los más vulnerables. Es esencial unir fuerzas entre el sector privado, público y la sociedad civil para detener esta peligrosa situación”, enfatizó.
Además, señaló que la minería ilegal se ha convertido hoy en la primera actividad ilícita en el Perú, superando incluso al narcotráfico.
“Además de la pérdida en vidas humanas e inseguridad, que es el tema que nos convoca hoy; es importante alertar que cada año, la minería ilegal genera una pérdida del 2.5% del PBI y los costos directos o indirectos anuales son de más de 23,000 millones de soles”, agregó.
Grossheim, también denunció que los mineros informales utilizan el REINFO o régimen de formalización excepcional para encubrirse, porque otorga a los inscritos la “Exención de Responsabilidad”, que permite que no pueden ser procesados por el delito de minería ilegal.
“La realidad es que el proceso de formalización lleva más de 20 años de creado, tiene casi 88,000 inscritos pero solo poco más de 11,000 se han formalizado”, precisó.
Voces unidas
Asimismo, Alfonso Bustamante, presidente de la Confiep, se sumó a la condena del atentado contra la minera Poderosa, destacando la urgente necesidad de abordar la creciente amenaza de la minería ilegal a nivel nacional.
“El Estado está perdiendo soberanía en varios lugares del país y es inaceptable que claudique en su deber de proteger la vida y la propiedad de los ciudadanos. La criminalidad amenaza a todos los peruanos, y las pequeñas empresas como panaderos, bodegueros, entre otros, sufren a diario, mediante extorsiones y cobros de cupos”, enfatizó.
Trabajo en la minería formal
A su turno, Julia Torreblanca, presidenta de Comex, señaló que “como mujer minera, me siento profundamente afectada por los actos de violencia ocurridos”.
La vocera explicó que la minería formal representa a más de 1 millón 800 mil personas que trabajan directa o indirectamente, y que el Estado tiene que garantizar la seguridad de todos los peruanos que tienen derecho a trabajar y a vivir en paz.
“Es fundamental que nuestras autoridades cumplan su rol para garantizar los derechos de los ciudadanos. Necesitamos que el Estado nos respalde cumpliendo su función. Es imperativo que se implementen medidas más drásticas en este momento para asegurar la prevalencia de nuestros derechos”, agregó Torreblanca.
Por su parte, la Asociación de PYMES, a través de Julio Surco, expresó que miles de pequeños comerciantes y emprendedores son víctimas constantes de la violencia y la delincuencia, que día a día desata el terror en todas las ciudades.
En ese sentido, exhortó a las autoridades a reconocer la ineficacia de las medidas hasta ahora implementadas y a adoptar un enfoque más estratégico para abordar la criminalidad.
Nancy García, presidenta de la Cámara de Comercio de Ucayali pidió poner la vista en el avance significativo de la minería, tala y pesca ilegal, que significan una grave amenaza a los derechos humanos en la Amazonía.
“Los negocios formales con potencial en la región se ven afectados por estas actividades ilegales. El Estado no puede claudicar en su deber de proteger la vida y propiedad de los habitantes amazónicos. Instamos a dirigir la atención hacia la Amazonía y Ucayali, una región amazónica con un futuro prometedor que merece protección y desarrollo sostenible”, exigió la ejecutiva.
El pronunciamiento de estos gremios empresariales no solo refleja la condena unánime ante el trágico atentado en Compañía Minera Poderosa, sino también la urgente necesidad de abordar de manera integral y coordinada la creciente amenaza de la minería ilegal y la violencia asociada.
El llamado a la unidad y colaboración entre sectores público y privado, así como la sociedad en su conjunto, se erige como un mensaje claro y contundente para proteger la vida, la propiedad y el futuro de todos los ciudadanos peruanos.