El país estima llegar este 2023 a una producción de 2,8 millones de toneladas de cobre, 400.000 toneladas más que el año anterior. Pero para ello es necesario promover la inversión en infraestructura y tecnología, así como mejorar la eficiencia y productividad de la industria minera.
Perú transmite la «imagen de fortaleza y competitividad» al mercado global, tras consolidarse en el primer bimestre del año como el segundo mayor productor mundial de cobre después de Chile, aseguró el economista peruano Javier Zúñiga.
El Ministerio de Energía y Minas (Minem) de Perú reportó el pasado 11 de abril que en febrero de este año la producción de cobre ascendió a 192.334 toneladas métricas finas, lo que representó un incremento de 11,6% al compararlo con el mismo mes del 2022, consolidándose el país sudamericano «como el segundo productor mundial».
Para Zúñiga, quien es gerente general de la firma consultora Asesoría y Negocios Financieros S.A. (Asfinsa), la posición de Perú enfatiza que «es un país con una industria minera sólida y con capacidad para producir y exportar cobre a gran escala», pese a la «coyuntura socioeconómica accidentada».
El experto explicó que eso es trascendental porque una mayor producción de cobre implica más ingresos comerciales y contribuye al crecimiento económico del país, así como a la generación de empleo y a fortalecer la balanza comercial, además de que puede tener un efecto positivo en la recaudación de impuestos y regalías.
Sobre el hecho de que Perú estima llegar este 2023 a una producción de 2,8 millones de toneladas de cobre, 400.000 toneladas más que el año anterior, Zúñiga sostuvo que para ello es necesario promover la inversión en infraestructura y tecnología, así como mejorar la eficiencia y productividad de la industria minera.
Dijo que también se debe fomentar la exploración y el desarrollo de nuevos yacimientos de cobre, identificar áreas con potencial cuprífero y promover la inversión en la exploración, así como asegurar el cumplimiento de regulaciones ambientales y sociales del país sudamericano.
El Minem dio a conocer que entre enero y febrero de este año, la producción cuprífera registró una importante recuperación al alcanzar 390.955 toneladas métricas finas, un alza de 5,2% con respecto al mismo lapso del año previo.
«La recuperación de la producción minera muestra que Perú cuenta con una importante cuantía de minerales y una infraestructura minera desarrollada, que le permite mantenerse como un actor estratégico en el mercado mundial de cobre», sostuvo el experto.
El auge de la producción se logró gracias a los mayores niveles alcanzados por Minera Chinalco Perú S.A. (15,8%), Sociedad Minera Cerro Verde S.A.A. (3,9%) y Southern Perú Copper Corporation (2,3%), según el Ministerio de Energía y Minas.
Al referirse al papel de la minería ilegal en Perú, que en 2021 generó más de US$ 3.500 millones, el representante de Asfinsa señaló que esta práctica representa una «competencia desleal para las empresas mineras legales», además de generar impactos negativos al medio ambiente y a la sociedad.
Observó, no obstante, que «la estimación de la actividad minera ilícita refleja lo atractivo que es operar de esa manera, lo que nos dice que aún hay mucho que trabajar para solucionar este problema».
Consideró «crucial» que el Estado tome «medidas contundentes» para combatir esa actividad ilícita, al promover la formalización y sancionar a los infractores, pues una minería responsable y legal es fundamental para garantizar el desarrollo sostenible del sector y del país en su conjunto.
FUENTE: América Economía