Hay reservas de gas natural para los próximos 25 años y, sin embargo, se está lejos de satisfacer la demanda nacional.
Según el Consorcio de Gas de Camisea, el principal productor para abastecer de gas natural a todo el país, se requiere una costosa red de oleoductos y tuberías, la cual avanza lentamente.
Paradójicamente, el Perú exporta este hidrocarburo con pequeño valor agregado, a Corea del Sur, Japón, Reino Unido y España, lo que genera un importante ingreso de divisas.
Pero también interesa el Gas Licuado de Petróleo porque el que se procesa en la planta de Pisco es insuficiente.
De otro lado, su uso en hogares y vehículos podría servir para poner en marcha industrias de diversos sectores económicos.
Grandes pérdidas por escasez de úrea
Dentro de ese objetivo, debería dirigirse la mirada a la industrialización petroquímica del gas. En la planta podría obtenerse productos quintuplicados en precio al gas natural.
Los fertilizantes nitrogenados, como la úrea o el nitrato de amonio, evitaría correr los riesgos y pérdidas que padeció hace poco la agricultura.
La construcción de una planta semejante, no sólo abastecería la producción nacional sino el mercado regional.
El costo de la úrea llegó en el último trimestre de 2023 a más de 900 dólares la tonelada. Su elevado precio y lo difícil que resulta acceder a los países productores condujo a los agricultores a recurrir al mercado negro.
Perú
Mientras aterrizan los sueños de la planta petroquímica, el Consorcio Camisea quiere atender en mayor volumen la demanda interna.
Con la meta puesta al año 2030, proyecta arribar de 1.9 a 7.6 millones de hogares peruanos en todo el país. Que no quede en simples planes, afirman los que no disfrutan aún del gas natural.
Fuente: Expreso